Aparejador en Madrid: cuáles son sus funciones

¿Precisas hacerte una casa y en el ayuntamiento te han indicado que es indispensable que contrates a un aparejador en Madrid? ¡Ahora empieza el problema! ¿No te imaginas qué es eso y mucho menos cuáles son sus funciones? No te preocupes en esta pequeña reseña te lo diremos.

En primer lugar, para conocer de qué se trata hay que definirlo. Para la Real Academia Española un aparejador es aquel que se encarga de las funciones propias de la construcción.

Funciones propias de un aparejador

Además de sacar el mayor provecho de sus cualidades y conocimientos, son quienes tienen la capacidad para desarrollar los factores técnicos. Tales como: de gestión, de ejecución y de control que están presentes en una obra.

Viendo a la obra como una melodía

Imaginemos que la construcción es la sinfonía a ejecutar y que los músicos, en conjunto con sus instrumentos, son los operarios encargados de la misma. El compositor de la melodía sería el arquitecto. En otras palabras, es el encargado de acordar qué tipos de utensilios y demás elementos son necesarios para llevar la obra a buen término.

Entonces el aparejador sería el director que debe estar al tanto de las técnicas y exigir que cada uno de los músicos toque las notas exactas para llevar una armonía. Es decir, es el responsable de que cada uno de los actores involucrados dentro de la construcción cumpla con sus funciones de forma cabal.

Equivalentemente, tiene la responsabilidad de hacer realidad lo que se encuentra en el papel. En Madrid, así como en toda Europa, la figura de aparejador es indispensable para constatar el nivel de calidad de la obra culminada.

Por último, la pieza maestra que se presentará en concierto será el acople y el desempeño de cada uno de los involucrados. Si lo llevamos al ámbito de la construcción, terminar un edificio o renovación, con éxito, sin pérdidas de dinero y sin accidentes laborales, será entonces, el propósito de este director. Recuerde que ningún proyecto, bien sea en Madrid o en otra parte del mundo puede desarrollarse sin alguien que lo dirija.